Existen diferentes técnicas de canto, cada una con sus ventajas y desventajas, y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Sin embargo, hay algunos principios generales que pueden ayudar a mejorar la calidad de la voz y a prevenir lesiones vocales.
La técnica de canto más perfecta es aquella que respeta la fisiología natural de la voz y que permite al cantante expresarse con libertad y comodidad. Para lograrlo, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
– La respiración: La respiración es la base del canto, y debe ser profunda, diafragmática y controlada. El diafragma es el músculo que separa el tórax del abdomen, y al contraerse crea un espacio para que los pulmones se llenen de aire. Al exhalar, el diafragma se relaja y el aire sale por la boca o la nariz. La respiración diafragmática permite al cantante tener más aire disponible y regular la presión del mismo sobre las cuerdas vocales, evitando así el exceso de tensión o el desgaste vocal.
– La postura: La postura corporal influye en la calidad de la voz, ya que afecta a la respiración y a la resonancia. Una buena postura implica mantener la cabeza alineada con la columna vertebral, los hombros relajados, el pecho abierto y el abdomen ligeramente contraído. De esta forma, se facilita el movimiento del diafragma y se evitan las tensiones musculares que pueden interferir con la emisión vocal.
– La articulación: La articulación se refiere a la forma en que se pronuncian las consonantes y las vocales. Una buena articulación implica pronunciar con claridad y precisión, sin forzar ni distorsionar los sonidos. Para ello, es necesario utilizar adecuadamente los órganos articulatorios, como la lengua, los labios, los dientes y el paladar. Una mala articulación puede provocar fatiga vocal, pérdida de afinación o dificultades de comprensión.
– La resonancia: La resonancia se refiere al fenómeno por el cual el sonido producido por las cuerdas vocales se amplifica y se enriquece al pasar por las cavidades resonadoras del cuerpo. Estas cavidades son el pecho, la garganta, la boca y la nariz. Una buena resonancia implica aprovechar al máximo estas cavidades para obtener un sonido más potente, armónico y expresivo. Para ello, es necesario mantener una posición adecuada de la laringe, el velo del paladar y los maxilares.
Estos son algunos de los elementos que conforman una técnica de canto óptima y saludable. Sin embargo, no hay que olvidar que cada voz es única y que lo más importante es conocerse a uno mismo y a su instrumento vocal. Por eso, lo más recomendable es acudir a un profesor de canto cualificado que pueda orientar al cantante en función de sus características individuales y sus objetivos artísticos.